PSIQUIATRÍA
Médico Psiquiatra
ESTRÉS Y ANSIEDAD
Estrés es una palabra bastante maltratada. En realidad, hay un estrés bueno y uno malo. El bueno es aquel que se presenta ante una situación en particular, como por ejemplo un examen, antes del cual uno se siente estresado pero luego sale fortalecido. El malo, en cambio, ocurre cuando esa demanda que aparece es vista como catastrófica, ya sea porque lo es realmente o porque uno la evalúa así. Al no poder utilizar adecuadamente los recursos que todos tenemos, se produce una serie de alteraciones que se van a traducir en síntomas complejos y a veces en enfermedades.
En la consulta estamos viendo muchas cuestiones de ansiedad que obviamente están relacionadas con el modo de vida, con lo que nos pasa como pueblo y país. Hay un sinnúmero de preocupaciones sobre todo a lo que respecta el futuro.
Los síntomas muchas veces no son muy claros. Hay personas que pueden tener ansiedad, a la que se puede sumar el pánico, la fobia o las tres en conjunto, y esto puede evolucionar hacia un estado depresivo. Para resumirlo: todo conflicto que la persona no puede resolver, lo va a expresar de alguna manera en su cuerpo.
ESTRÉS Y DISTRÉS
Con respecto al estrés, me gustaría subrayar lo que es un estrés normal, que es la respuesta a un desafío y puede terminar exitosamente. Éstos son aquellos desafíos que uno al cumplirlos termina fortalecido. El otro, llamado distrés, sería el malo. Puede ser agudo o sostenido en el tiempo y llegar a cronificarse. Cuando hablamos de este tipo de estrés se mueve toda una cascada de hormonas y sustancias que se vierten en nuestro organismo ante situaciones límites. Nuestro organismo se defiende, pero esas defensas cuando son sostenidas en el tiempo empiezan a fracasar, limitarse, disminuir y en muchos casos, perderse. Allí es donde vemos la aparición de trastornos de ansiedad o depresivos.
Es importante trabajar en equipo, interconsultando permanentemente, lo que enriquece la posibilidad de un buen diagnóstico y un buen tratamiento.
ORIENTACIÓN
En nuestro esquema multidisciplinario, la persona que viene presentando un estado que relata de malestar y hace una consulta porque no sabe lo que tiene, se va a encontrar con la figura del orientador, que es un profesional altamente capacitado para orientar a la persona de acuerdo a los síntomas o la problemática que presente y evitarle perder tiempo, tratando su dolencia con eficacia, eficiencia y efectividad.
Si se acerca un paciente con un determinado síntoma y duda a qué especialista acudir, este cuerpo de orientadores lo va a recepcionar con su inquietud y lo derivará a los profesionales que van a saber solucionar esa problemática. Esto es importante para evitar la deambulación, porque además del gasto que le ocasiona al paciente también le hace perder el tiempo, y mientras que va transcurriendo el tiempo hasta la solución de su problemática la persona va sufriendo.
El principio fundamental de todo nuestro arsenal terapéutico es, en primer lugar, la prevención, el diagnóstico precoz y poder arribar al mejor tratamiento disponible hasta la actualidad.