Advierten desde la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial: “Los niños que consumen altos contenidos de sal durante su infancia tienen mayor predisposición a la elevación de la presión arterial y posibilidades de padecer hipertensión y obesidad. Para reducir el consumo en el hogar hay que evitar el agregado de sal en la preparación de las comidas, no poner saleros en la mesa, limitar el consumo de snacks o alimentos elaborados, y consumir productos de bajo contenido de sodio”.