PSICOLOGÍA
Por
Ps. JORGE LIBMAN
Psicólogo, especialista en psicología psicodinámica
Mat. 2231
Entre los múltiples efectos y cambios que ha provocado la pandemia del Coronavirus se encuentra la inevitable necesidad de los psicólogos de trasladar su práctica profesional a la modalidad virtual.Para evitar la expansión del virus con el aislamiento social, paradójicamente se viralizó el teletrabajo, entre otros cambios impuestos por la situación imperante. La psicoterepia online no es un “fenómeno” novedoso, pues algunos psicólogos la vienen practicando hace años, entre los cuales se encuentra el autor de esta nota.
VENTAJAS DE LA PSICOTERAPIA PRESENCIAL
La terapia presencial sigue siendo preferible por varios motivos:
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Se desarrolla en el consultorio, que es el espacio y marco que habitualmente asegura la privacidad y silencio ambiental, para que paciente y terapeuta puedan enfocarse en la tarea terapéutica.
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La presencia física de los participantes transmite una energía emocional particular, que es parte integrante de los efectos terapéuticos con los cuales se beneficia el paciente; por ejemplo, el saludo con un apretón de manos que indica al paciente que el terapeuta lo recibe o despide con calidez afectiva, importante para sentirse contenido.
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La observación y el uso del lenguaje para-verbal, que es una fuente de información muy rica y de intercambio en el diálogo terapéutico, se aprecia en todo su esplendor.
BENEFICIOS DE LA PSICOTERAPIA ONLINE
En primer lugar, cabe subrayar que no es un sustituto de la terapia presencial, sino que se trata de una alternativa. Esto significa que ante la imposibilidad de concurrir físicamente al consultorio por distintos motivos (no sólo por la actual cuarentena), los pacientes cuentan con las bondades de la tecnología para iniciar entrevistas o continuar sesiones de psicoterapia en tiempo real, viéndose beneficiados con la esencia de la ayuda terapéutica.
La terapia online (o en algunos casos inclusive telefónica de no contarse con internet) también posee sus beneficios específicos, que van más allá de ésta pandemia:
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Permite realizar una psicoterapia a personas que no se pueden desplazar a un consultorio por limitaciones físicas (estado de enfermedad, por ejemplo), o por estar lejos geográficamente y no poder acceder con facilidad a la localidad en la cual trabaja su terapeuta habitual o uno recomendado.
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Facilitar la terapia online a una persona que debe viajar semanalmente para atenderse, ahorra tiempo y dinero.
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Es una muestra de que los terapeutas podemos ser más flexibles, lo que no sólo es una demostración de sensatez, sino que también es terapéutico en el sentido más profundo del término. Genera en el paciente la percepción de ser comprendido en las dificultades normales de la vida, la cual emana de un enfoque amplio y humanista por parte del terapeuta.
CONCLUSIONES
Una terapia seria, profunda y comprometida no debería variar en la modalidad a distancia. La esencia es crear una sólida alianza terapéutica con el paciente, esto es una relación de colaboración, de participación y confianza para que la terapia se constituya, se desarrolle y aporte cambios significativos para quien consulta. La esencia también se basa en un diálogo terapéutico, matriz en la cual se pueden encontrar explicaciones a los síntomas o problemas que presenta el paciente, buscando resolverlos en un espectro de intervenciones ajustadas al estilo y recursos de la persona. Y la esencia también es ampliar la capacidad de reflexión, de autoobservación y de aprender a mirar sus dificultades desde otras perspectivas que hasta el momento de la consulta el paciente no contemplaba.
Sería deseable que los terapeutas utilicemos la terapia on line no sólo por necesidad excepcional sino por convicción, justamente sabiendo que es una alternativa totalmente válida en tanto contenga la esencia del enfoque humanista y comprometido que debe tener toda terapia. Porque en éste “nuevo mundo¨ que aún no termina de asomarse, todavía más atravesado por internet que antes, la terapia online llegó para quedarse.