Cuando una persona se desmaya, pierde de manera súbita la conciencia y se desvanece, pero no deja de respirar. El principal riesgo que puede producirse es que se golpee al perder la estabilidad o caerse. Le puede ocurrir a personas que no tienen ninguna enfermedad ni condición especial.
A continuación se detallan seis de los motivos habituales:
- Por una emoción fuerte.
- Por estar en un lugar cerrado con mala ventilación.
- Por tener un ataque de pánico o ansiedad.
- Porque está en ayunas.
- Por un golpe de calor.
- Por una fobia.
(MNS)